Es casi imposible hablar de
mecánica de suelos sin mencionar en algún momento los límites de plasticidad de
Atterberg, tanto que casi siempre se nombran como “límites de Atterberg”
simplemente, pero… ¿quién fue Albert Atterberg?
Albert Mauritz Atterberg nació el
19 de marzo de 1846 en Härnösand (Suecia), una pequeña ciudad pesquera en la
que su padre, Anders Magnus, era constructor y concejal. Estudió Química en la
Universidad de Uppsala y continuó trabajando allí hasta 1877, investigando los
derivados del molibdeno y del nitrógeno, especializándose posteriormente en el
estudio de los terpenos.
En julio de 1877 es nombrado
Director de la “Chemical Station and Seed Control Institution” de Kalmar, donde
centra sus investigaciones en clasificar y ordenar las distintas variedades de
semillas de avena y maiz, obteniendo muy buenos resultados.
En 1900, a los 54 años, y como
algo secundario, decide estudiar las propiedades físicas de los suelos en
función de su granulometría, buscando una manera rápida de clasificar los
suelos agrícolas. En 1901 presenta un primer sistema de clasificación de
suelos, en el que ya establece el tamaño 0,002 mm como límite entre las arenas
y los suelos finos, división que se ha mantenido hasta hoy.
En 1903 publica una serie de
artículos sobre los distintos comportamientos de las arenas en función de su
granulometría y composición, pero continúa sin poder clasificar la fracción
fina del suelo. A diferencia de las arenas, la granulometría no explica el
comportamiento de los suelos finos y, además, los ensayos de granulometría por
sedimentación son demasiado lentos, todo lo contrario de lo que está buscando.
Decide cambiar de estrategia y estudiar otra propiedad de los suelos finos, la
plasticidad.
En 1908 publica en revistas
nacionales sus primeros resultados sobre la plasticidad del suelo y su relación
con los distintos grados de humedad, en 1911 publica sus resultados en revistas
internacionales y pronto recibe los primeros elogios. Así, en 1913, el Congreso
de Berlín de la “International Society of Soil Science” adopta su clasificación
de suelos, en 1915, el “U.S. Bureau of Standards” recomienda utilizar su método
y en 1937 el “U.S. Bureau of Chemistry and Soils” lo acepta también (aunque se
debe tener en cuenta que Arthur Casagrande modificó en 1932 la forma de obtener
dichos límites).
Aunque Atterberg sospechaba que
eran los minerales derivados del hierro los que proporcionaban al suelo esa
plasticidad, y que ésta podía ser más o menos acusada dependiendo de su
estructura química, no llegó a concluir sus investigaciones, al fallecer en
1916, a la edad de 70 años.
Fue nombrado Caballero de la
Orden de Vasa en 1898, miembro de la Academia de Agricultura en 1900 y
Caballero de la Orden Nordstjaman en 1911, recibió la Medalla de Oro de la
Academia de Agricultura en 1913 y fue Presidente de la “International
Commissión on Mechanical and Physical Soil Research” entre 1910 y 1915.
Dicen los textos que su trabajo
encontró un campo de aplicación muy alejado del previsto cuando Karl Terzaghi
se dio cuenta del enorme potencial que tenían los límites de Atterberg en el
estudio geotécnico de los suelos… cosa que no termina de quedar clara si
tenemos en cuenta que a principios del siglo XX la geotecnia sueca era de las
más avanzadas del mundo (con especialistas como Fellenius, Olsson o Pettersson)
y que ya en 1915 se utilizaba en Suecia un penetrómetro de cono de caída libre,
el llamado “swedish fall cone test”.
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